Futuro de los pequeños productores de frijol en México y su relación con la agricultura comercial
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Formato: | artículo original |
Fecha de Publicación: | 1988 |
Descripción: | México en los últimos 20 años ha registrado una ligera reducción en la superficie cosechada de 2.1 a 1.8 millones de hectáreas y un incremento moderado en la producción de grano, de 0.91 a 0.99 millones de toneladas anuales; ésto ha sido posible debido al incremento en los rendimientos unitarios de 427 a 555 kg/ha. Igualmente, las estadísticas evidencian un cambio en las áreas productoras de frijol. Ha habido un desplazamiento de la superficie de algunos estados del centro del país como Jalisco y Veracruz hacia la región norte localizada en el Altiplano Central, especialmente hacia los estados de Zacatecas, Durango y Chihuahua. En 1985 los estados mencionados cosecharon el 60% de la superficie nacional dedicada a frijol. Lo anterior tiene relación con el tipo de productor; en el centro del país, los productores de frijol son típicamente agricultores pequeños. Más del 80% cultivan menos de 5 hectáreas de frijol, producen principalmente para autoconsumo, la principal fuerza laboral es familiar, utilizan sistemas de producción tradicionales, su producción y productividad son generalmente bajas e igualmente su ingreso, y realizan actividades económicas fuera de la unidad de producción. Por el contrario, los productores del norte del país incluyendo a Nayarit y Sinaloa, más del 70% presentan características de los llamados agricultores comerciales. En relación al futuro de los pequeños productores de frijol en México, en los últimos 15 años se aprecia una reducción en el número y en el volumen de su producción; ésto debido al desplazamiento de la superficie dedicada a frijol, del centro hacia el norte del país. Se estima que en algunos estados del centro ha habido una reducción de 203.000 pequeños productores, quienes han dejado de producir el 20% del total nacional. Esta situación ha sido motivada por el impulso a las siembras de maíz en esta región, por el uso de herbicidas y cosecha mecánica que no permiten la siembra de frijol asociado, a la escacez y carestía de la mano de obra y por el desplazamiento del frijol por otros cultivos de menor riesgo o de mayor retorno. No obstante lo anterior, en otros estados del centro y sur del país, la situación no ha cambiado y más bien en un futuro cercano, puede esperarse un incremento en el número y participación de pequeños productores. Esto debido a la demanda creciente de agricultores sin tierra y a la política agraria que está impulsando el minifundio más allá de lo técnico y económicamente recomendable. Por otra parte, desde el punto de vista socio-económico, el futuro de los pequeños productores no es muy promisorio. No obstante que en los últimos años ha aumentado el interés por este sector, los programas de investigación y desarrollo enfocados a mejorar sus ingresos a través de una mayor productividad, no son lo suficientemente amplios; hay problemas de financiamiento no solo para nuevos programas, sino para atender los que están en marcha; la tecnología generada en los campos experimentales está siendo muy poco utilizada por los pequeños productores; los servicios de extensión son limitados y se han burocratizado; los pequeños productores no tienen capital y muy pocas posibilidades de conseguirlo, especialmente cuando son ejidatarios. Por lo anterior y sabiendo que este sector no va a desaparecer, sino por el contrario, que su participación puede ser cada vez más importante, se requiere intensificar los programas de investigación y desarrollo tendientes a lograr una mejoría en sus ingresos y bienestar social. lograrlo no será nada sencillo y requerirá de un gran esfuerzo coordinado entre las diferentes partes que intervienen en la producción. En investigación deberán intensificarse los trabajos enfocados a este sector, considerar a las unidades de producción como un sistema, a nivel regional identificar los problemas reales de producción, causas y posibles soluciones, evaluar las tecnologías promisorias en campos y con la participación de los productores y al lanzar la recomendación de un componente tecnológico, deberán contemplarse todos los apoyos necesarios para que tenga éxito. |
País: | Kérwá |
Institución: | Universidad de Costa Rica |
Repositorio: | Kérwá |
OAI Identifier: | oai:kerwa.ucr.ac.cr:10669/79718 |
Acceso en línea: | https://hdl.handle.net/10669/79718 |