En recuerdo de Herbert Simon (1916-2001)
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Formato: | artículo original |
Estado: | Versión publicada |
Fecha de Publicación: | 2001 |
Descripción: | Las ciencias sociales padecen esquizofrenia aguda en su tratamiento de la racionalidad. Tenemos, a un extremo, a los economistas, que atribuyen al hombre económico una racionalidad absurdamente omnisciente. El hombre económico dispone de un sistema completo y consistente de preferencias, que le permite elegir siempre entre las alternativas que se le presentan; se da siempre perfecta cuenta de lo que son estas alternativas; no existen límites en la complejidad de los cálculos que puede realizar para determinar qué alternativas son mejores; los cálculos de probabilidad no le asustan ni encierran misterios para él. Durante la última década este cuerpo de teoría ha alcanzado, en relación con las situaciones de juego competitivo y la toma de decisiones en situación de incertidumbre, un estado de refinamiento tomístico que posee considerable interés normativo, pero escasa relación discernible con el comportamiento real o posible de los seres humanos de carne y hueso. |
País: | Portal de Revistas UNA |
Institución: | Universidad Nacional de Costa Rica |
Repositorio: | Portal de Revistas UNA |
Lenguaje: | Español |
OAI Identifier: | oai:ojs.www.una.ac.cr:article/1314 |
Acceso en línea: | https://www.revistas.una.ac.cr/index.php/economia/article/view/1314 |
Palabra clave: | Racionalidad hombre económico comportamiento organización. |