Abordaje cognitivo conductual del consumo adictivo de pornografía estrategia de prevención primaria, secundaria y terciaria en hombres que asisten al Instituto WEM
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Formato: | tesis de maestría |
Fecha de Publicación: | 2023 |
Descripción: | El presente trabajo final de graduación realizó un abordaje de corte cognitivo conductual con respecto al consumo de pornografía en una muestra de hombres participantes del Instituto de Masculinidad, Sexualidad y Pareja Wem. Esto se buscó por medio de la implementación de estrategias orientadas desde los niveles de prevención primaria, secundaria y terciaria. El proyecto partió de un interés explícito en trabajar una relación asumida entre el consumo de material sexualmente explícito y la conformación de normas ligadas a la masculinidad tradicional entre quienes participaron. De esta manera se pretendió el fomento de un posicionamiento crítico sobre la masculinidad hegemónica y su influencia en el consumo, el cuestionamiento de creencias de corte machista, así como la valoración de nuevas formas de pensar desde las masculinidades funcionales y, la promoción de una vivencia plena y satisfactoria a través de técnicas de modificación de conducta. Se asumió distribuir la muestra en tres grupos: hombres con un consumo episódico relativo, tratándose de aquellos donde recurrir a la pornografía se realiza de forma nula o poco frecuente sin producir afectación psicosocial evidente; hombres con un consumo excesivo habitual, dónde el consumo se haría de forma constante y conscientes de algún grado de afectación en su vida cotidiana y; por último, hombres con un consumo adictivo de pornografía, donde el consumo aparte de ser cotidiano, estaría presente de forma central en muchos de sus conflictos cotidianos ya sea ocasionándolos o utilizando la recurrencia misma como estrategia de afrontamiento del malestar mismo. Para ello, se realizaron diferentes actividades a lo largo del proyecto con el objetivo de cumplimentar satisfactoriamente lo previsto. Con respecto al eje de prevención primaria, se diseñaron materiales audiovisuales qué sirvieron de apoyo a los procesos de implementación de la propuesta. Dentro de este rubro se realizaron 24 ilustraciones digitales que servirían como insumos a los materiales mismos; un video educativo de 15 minutos; material de lectura relacionada al consumo, propiamente 3 folletos o fascículos relacionados con la problemática y; afiches qué se difundieron en las redes sociales del instituto Wem, 5 propiamente. Se realizó un proceso psicoeducativo de 3 sesiones con hombres participantes de 5 grupos de distintas zonas del país en la institución, siendo explícitamente 15 sesiones. La cantidad de personas que asistieron fue de 104 hombres, convocatoria que se consideró satisfactoria. La primera sesión estuvo orientada hacia reflexiones conceptuales e históricas sobre el consumo de pornografía, la segunda desde consideraciones teórico/científicas acerca de la afectación del consumo, y la tercera referida a herramientas o estrategias para abordar la recurrencia de manera funcional. Al inicio de dicho proceso educativo se registraron variables topográficas de consumo de todos los participantes, resultando significativo una mayor frecuencia de consumo en el grupo de edad entre 36 y 50 años, aunque el tiempo de dedicación sería mayor en el grupo de 26 a 35 años. La mayor probabilidad de consumo es en las noches en todos los participantes. Con respecto al reporte relacionado con reducción significativa de ingresos a razón de la pandemia se presenta un aumento significativo con respecto a los que no tuvieron afectación económica. Se evidencia también un mayor consumo tanto en frecuencia como en duración en cuanto a un mayor nivel educativo y posible capacidad adquisitiva. Respecto a las acciones ligadas a la prevención secundaria, se diseñaron instrumentos de evaluación y registro. Entre ellos se optó por la traducción del Inventario de Conformidad a las Normas Masculinas de Mahalick y colaborades, con el fin de utilizarse únicamente con participantes del proyecto y como medida de cambio interna en el mismo grupo desde el test retest. Se diseñaron también machotes de autorregistro, bitácoras e instrumentos de evaluación variados. Se realizaron cinco procesos de terapia individual dirigidos a los hombres con un reporte de consumo excesivo habitual, constatándose que este no obedecía desde una perspectiva de escape de malestar sino como búsqueda de gratificación meramente. Y finalmente dentro de las acciones realizadas en el marco de la prevención terciaria, se trabajó con hombres que presentaban un consumo catalogado como adictivo, en el entendido de que la afectación biopsicosocial fuera significativa y topográficamente el consumo frecuente. En este caso se trató de cuatro procesos terapéuticos, evidenciándose que el consumir facilitaba la realización de diferentes actividades habituales cómo dormir, relajarse o afrontar situaciones de tensión cotidiana. También se evidenció una reducción significativa con respecto a las estrategias de afrontamiento o conductas funcionales para enfrentar el malestar emocional. En ocasiones en las que se pretendió eliminar el consumo de pornografía previa al tratamiento se conseguía que la ansiedad se incrementara aún más. De forma general se discuten varios aspectos con lo obtenido en las historias de vida facilitadas por los participantes. En primer lugar, que el consumo de pornografía no es en absoluto estático, sino que más bien mantiene una naturaleza dinámica respecto a su evolución. En la discusión, desde una perspectiva cognitiva se analizará la influencia de la conformación de estilos de respuestas ligados a las normas de conformidad a la masculinidad tradicional como hipótesis de inicio y manutención de la recurrencia al material pornográfico. Distintos esquemas de vulnerabilidad emocional se proponen como marcadores de consumo, en tanto la activación de vivencias relacionadas al rechazo desencadenaría la búsqueda de conductas orientadas a la hipersexualidad como mecanismo de afrontamiento. De forma general, las historias de vida derivadas de los reportes de procesos individuales reflejan estilos de crianza en su respectiva niñez, basados en el abandono o autoritarismo. Provocando que en la llegada de la adolescencia se deslegitimara la autoridad paterna y se recurriese a grupos de pares como sustitutos de guía y soporte emocional y educativo. Es en este contexto que se introducirían normas tradicionales de masculinidad y de ahí guiones cognitivos relacionados al comportamiento sexual. Los mismos perfilarían la relación que tendría el individuo al consumir pornografía consigo mismo, en tanto provee de espacios de autocuido inválidos en otros contextos; con otros hombres en tanto permite aceptación social y; con las mujeres al marcar un esquema de poder y dominio sobre las mismas, consonante con la normativa impuesta por los estándares patriarcales. Se reflexiona sobre la posibilidad de que el consumir pornografía se active desde la posibilidad de estados emocionales aversivos que gatillen la respuesta de consumo, activando en que el mismo actuaría desde una función evitativa en la resolución de problemas interpersonales. Existirían algunos factores de vulnerabilidad qué desarrollarían la posibilidad de un mayor consumo. En primer lugar, los relacionados a la historia de vida y situaciones traumáticas vividas en la infancia; en segundo lugar, los relacionados al estilo de afrontamiento; en tercer lugar, la incidencia del contexto y; en cuarto lugar, la influencia de las normas masculinas aprendidas en el desarrollo de vida del individuo. Desde una perspectiva conductual, se analiza de forma funcional la presencia de las distintas variables involucradas en la contingencia. Se evidencia la presencia de tres variables disposicionales principales: un contexto constante de tensión y generador de ansiedad, la ya mencionada influencia de las normas masculinas y, el efecto de la privación y saciación en el consumo. El valor asociado al consumo como se mencionó anteriormente se encuentra en un estado dinámico volviéndose más o menos apetecible dependiendo del momento de vida del individuo. El cómo la función de estímulo se forma y transforma se analiza desde dos teorías distintas: desde el concepto de ligamiento funcional planteado por las teorías interconductuales y, desde el mecanismo de transformación de funciones procedente de la teoría de los Marcos relacionales. Consecuentemente, desde este apartado conductual se ofrece un análisis genérico acerca de la naturaleza funcional del consumo de pornografía desde la posibilidad de refuerzo positivo o desde el refuerzo negativo entendiéndose desde la evitación o escape de algún estado emocional aversivo. Generándose en función de esto dos funciones principales ligadas al consumo, una de gratificación sexual y otra de control inhibitorio. Un aspecto fundamental de lo aprendido en los procesos es que el control del estímulo no es absoluto sí no más bien selectivo en cuanto a las circunstancias. Al contrario de otro tipo de adicciones a sustancias dónde la sensación de craving se presenta de forma más o menos estable, en los casos vistos es variable inclusive presentándose la influencia de estímulos delta que desactivarían la sensación de craving. Finalmente se reflexiona sobre procesos técnicos en intervención terapéutica qué gozaron de eficacia en la consecución de objetivos. Sobre los mismos procesos se concluyó sobre la posibilidad de tres modelos distintos de consumo. En primer lugar, uno que funcionaría cómo desactivación de ansiedad constante, con una finalidad de relajación. Después un segundo modelo qué compensa a repertorios conductuales deficientes ocasionando dependencia del individuo al consumir pornografía como única estrategia de gratificación. Y en tercer lugar cuando el consumo actúa como regulador de estados emocionales aversivos, en el caso de procesos cognitivos displacenteros. Sobre dichos modelos se entabla la decisión de escogencia e implementación de técnicas terapéuticas variadas según la influencia de uno u otro. Sobresalen las estrategias de control de la activación, reestructuración cognitiva, activación conductual y principalmente técnicas de exposición, como elemento central en los procesos. Se concluye que el objetivo principal de la implementación de un proceso terapéutico en la condición de consumo de pornografía más que disminuir de forma topográfica la frecuencia con la que el individuo recurre a la misma, más bien buscaría el control que se pueda obtener del estímulo previo al consumo. En este caso las diferentes técnicas deben servir cómo facilitadoras de la búsqueda de exposición a este estímulo previo con prevención de respuesta. En los procesos terapéuticos se evidenció cómo el consumo de pornografía es una conducta que pertenece a una clase funcional superior, relacionada con el control inhibitorio de estados emocionales aversivos, de modo que disminuir su aparición provoca la búsqueda de las otras estrategias alternativas a manera de compensación. Es en este sentido que se establece como la conducta misma tiene una morfología de una operante general de reforzamiento negativo, identificar las otras conductas de evitación y escape es fundamental a la hora de establecer el control del estímulo y la disminución pretendida. |
País: | Kérwá |
Institución: | Universidad de Costa Rica |
Repositorio: | Kérwá |
Lenguaje: | Español |
OAI Identifier: | oai:kerwa.ucr.ac.cr:10669/89243 |
Acceso en línea: | https://hdl.handle.net/10669/89243 |
Palabra clave: | Pornografía Terapia cognitivo conductual Masculinidad |